Tras el ingreso y deceso del famoso marionetista, que participó con artistas como Viruta y Capulina, y que tuvo una trayectoria de más de 50 años, el Ministerio Público inició la investigación para determinar si existe alguna responsabilidad por parte de personal de la deportiva donde se realizó el evento en el que resultó lesionado José Luis Rivera Martínez.
Sin embargo, la Comisión Municipal del Deporte (Comude), informó no tener ninguna responsabilidad en el accidente, ya que los eventos que se realizan en las minideportivas no tienen ninguna importancia.
A sus 12 años, José Luis Rivera Martínez decía "yo no soy titiritero, soy marionetista". Esa personalidad lo llevó a ser grande, reconocido en el arte urbano de las marionetas y trascendió tanto que, llegó a las pantallas del Cine Mexicano aun y cuando para entonces, se necesitaba ser estrella.
José Luis, murió en ésta, su ciudad adoptiva a la que llegó para quedarse.
Los inicios de un sueño
Cada noche, cuando las luces de la carpa se iluminaban para presentar el espectáculo de marionetas, José Luis se escapaba de su casa, entonces, descubrió su gran amor, que lo acompañó durante más de 50 años: las marionetas.
La noche era cómplice de José Luis quien descubrió el arte de mover lo inanimado, de convertirse en el hombre que hacía bailar los trozos de pasta convertidos en personaje.
Su vida cambió cuando la carpa se fue en la colonia donde vivía en el Distrito Federal, pero con su amigo Javier, tomó la iniciativa de revivir esa magia que le había encantado.
Entre los dos, formaron sus propios muñecos, dieron figura a sus sueños y comenzaron a realizar sus propios espectáculos. Entonces se llamaron "Javier y Luis con sus marionetas".
Durante las exequias de José Luis, su hermana Bertha Rivera toma un respiro para recordar a su hermano, el artista, con cariño. Recuerda que a la edad de 12 ó 13 años, todavía vivían en México, se escapó "a mi mamá en la noche cuando empezaba la función, se brincaba a la carpa con su amigo Javier Tenorio para ver los títeres y fue cuando empezó a gustarle".
De aquella colonia en el México que apenas se recuperaba de los años de la postrevolución, José Luis logró llegar al Teatro Blanquita, el lugar de tantos sueños donde, comenzó su vida artística.
Ahí conoció a su representante quien fue el que lo llevó a la televisión, al programa con mayor audiencia de aquellos años, el que conducía Raúl Velasco.
Todas las marionetas eran fabricadas de pasta y ropa que el marionetista diseñaba. Se daba el tiempo para colocar cabello y pestañas, aunque no lo dijo, para no causar celos entre los de la compañía, su favorita fue "Cascabelito", el mismo que le llevó a compartir créditos con los cómicos del momento Capulina y Viruta, quienes lograron hacer una de las películas más taquilleras del momento.
Cascabelito, filmada en 1962, dibujó la vida del barrio, entre lágrimas y risas, fue una película de humor que rayó en el melodrama, así la vida de José Luis quien, cuenta su hermana Bertha, no sólo logró presentarse en el mítico Teatro Blanquita sino en los mejores lugares de América y otros países.
Así fue la vida del mayor de siete hermanos.
Del anecdotario se desprenden los años de despertar de América. Llegó a Argentina, Cuba y otros donde se registraron golpes de estado. Aunque llegó a estar en los mejores lugares como el Copacabana y el Tropicana, su familia siempre pidió que saliera, pues no era seguro que estar ahí, con sus marionetas que se convirtieron en su familia a quien llevó de carpa en carpa por tantos lugares en el mundo que, hasta él perdió la cuenta de cuántos fueron.
Por la angustia de su madre, Guadalupe Martínez de Rivera, porque a veces no sabía dónde se encontraba el artista, él decidió quedarse en México y fue cuando lo contrató Raúl Velasco, además de tener un programa de televisión en Monterrey, incluso, llegó a presentar a varias personalidades del medio artístico en su programa.
Para entonces se había quedado ya en México.
"Era una persona muy independiente y defendía lo que le gustaba hacer, pues ni su propia madre detenía los sueños y anhelos del artista. José Luis Martínez Rivera, no se casó pues en cada puerto que visitaba era un amor, sólo recuerdo a una cubana que estaba muy enamorada de él", contó su hermana.
La vida del marionetista terminó aquí, en León. Murió en la clínica T-1 del Seguro Social luego de sufrir un accidente suscitado en el interior de una deportiva, donde el viento provocó la caída de los tubos de la carpa que lo golpearon en la cabeza.
El accidente
José Luis Rivera Martínez, de 73 años de edad, mejor conocido como Luis de León, tuvo su hogar en la calle 15 de septiembre de la zona centro en León, falleció a causa de trauma severo de cráneo.
Fue la tarde del domingo 25 de abril, cuando se realizó un festejo por el Día del Niño en las instalaciones de la deportiva San Miguel, situada sobre el bulevar Torres Landa.
En el evento participó José Luis, quien realizaba una función de marionetas para los pequeños, sin embargo, el viento ocasionó que la carpa se viniera abajo, y uno de los tubos le cayó encima al actor y resultó con lesiones graves.
Fue llevado a la clínica T-1 del Seguro Social, donde permaneció internado desde el 29 de abril, hasta la noche del jueves seis de mayo, donde falleció alrededor de las 23:00 horas.
El cuerpo de José Luis, fue llevado a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), donde tras practicarle la necropsia, determinaron que murió a causa de trauma severo de cráneo.
A sus 12 años, José Luis Rivera Martínez decía "yo no soy titiritero, soy marionetista". Esa personalidad lo llevó a ser grande, reconocido en el arte urbano de las marionetas y trascendió tanto que, llegó a las pantallas del Cine Mexicano aun y cuando para entonces, se necesitaba ser estrella.
José Luis, murió en ésta, su ciudad adoptiva a la que llegó para quedarse.
Los inicios de un sueño
Cada noche, cuando las luces de la carpa se iluminaban para presentar el espectáculo de marionetas, José Luis se escapaba de su casa, entonces, descubrió su gran amor, que lo acompañó durante más de 50 años: las marionetas.
La noche era cómplice de José Luis quien descubrió el arte de mover lo inanimado, de convertirse en el hombre que hacía bailar los trozos de pasta convertidos en personaje.
Su vida cambió cuando la carpa se fue en la colonia donde vivía en el Distrito Federal, pero con su amigo Javier, tomó la iniciativa de revivir esa magia que le había encantado.
Entre los dos, formaron sus propios muñecos, dieron figura a sus sueños y comenzaron a realizar sus propios espectáculos. Entonces se llamaron "Javier y Luis con sus marionetas".
Durante las exequias de José Luis, su hermana Bertha Rivera toma un respiro para recordar a su hermano, el artista, con cariño. Recuerda que a la edad de 12 ó 13 años, todavía vivían en México, se escapó "a mi mamá en la noche cuando empezaba la función, se brincaba a la carpa con su amigo Javier Tenorio para ver los títeres y fue cuando empezó a gustarle".
De aquella colonia en el México que apenas se recuperaba de los años de la postrevolución, José Luis logró llegar al Teatro Blanquita, el lugar de tantos sueños donde, comenzó su vida artística.
Ahí conoció a su representante quien fue el que lo llevó a la televisión, al programa con mayor audiencia de aquellos años, el que conducía Raúl Velasco.
Todas las marionetas eran fabricadas de pasta y ropa que el marionetista diseñaba. Se daba el tiempo para colocar cabello y pestañas, aunque no lo dijo, para no causar celos entre los de la compañía, su favorita fue "Cascabelito", el mismo que le llevó a compartir créditos con los cómicos del momento Capulina y Viruta, quienes lograron hacer una de las películas más taquilleras del momento.
Cascabelito, filmada en 1962, dibujó la vida del barrio, entre lágrimas y risas, fue una película de humor que rayó en el melodrama, así la vida de José Luis quien, cuenta su hermana Bertha, no sólo logró presentarse en el mítico Teatro Blanquita sino en los mejores lugares de América y otros países.
Así fue la vida del mayor de siete hermanos.
Del anecdotario se desprenden los años de despertar de América. Llegó a Argentina, Cuba y otros donde se registraron golpes de estado. Aunque llegó a estar en los mejores lugares como el Copacabana y el Tropicana, su familia siempre pidió que saliera, pues no era seguro que estar ahí, con sus marionetas que se convirtieron en su familia a quien llevó de carpa en carpa por tantos lugares en el mundo que, hasta él perdió la cuenta de cuántos fueron.
Por la angustia de su madre, Guadalupe Martínez de Rivera, porque a veces no sabía dónde se encontraba el artista, él decidió quedarse en México y fue cuando lo contrató Raúl Velasco, además de tener un programa de televisión en Monterrey, incluso, llegó a presentar a varias personalidades del medio artístico en su programa.
Para entonces se había quedado ya en México.
"Era una persona muy independiente y defendía lo que le gustaba hacer, pues ni su propia madre detenía los sueños y anhelos del artista. José Luis Martínez Rivera, no se casó pues en cada puerto que visitaba era un amor, sólo recuerdo a una cubana que estaba muy enamorada de él", contó su hermana.
La vida del marionetista terminó aquí, en León. Murió en la clínica T-1 del Seguro Social luego de sufrir un accidente suscitado en el interior de una deportiva, donde el viento provocó la caída de los tubos de la carpa que lo golpearon en la cabeza.
El accidente
José Luis Rivera Martínez, de 73 años de edad, mejor conocido como Luis de León, tuvo su hogar en la calle 15 de septiembre de la zona centro en León, falleció a causa de trauma severo de cráneo.
Fue la tarde del domingo 25 de abril, cuando se realizó un festejo por el Día del Niño en las instalaciones de la deportiva San Miguel, situada sobre el bulevar Torres Landa.
En el evento participó José Luis, quien realizaba una función de marionetas para los pequeños, sin embargo, el viento ocasionó que la carpa se viniera abajo, y uno de los tubos le cayó encima al actor y resultó con lesiones graves.
Fue llevado a la clínica T-1 del Seguro Social, donde permaneció internado desde el 29 de abril, hasta la noche del jueves seis de mayo, donde falleció alrededor de las 23:00 horas.
El cuerpo de José Luis, fue llevado a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), donde tras practicarle la necropsia, determinaron que murió a causa de trauma severo de cráneo.